La Sierre-Zinal no es “una más” en el calendario, es la clásica entre las clásicas. La llaman La Carrera de los Cinco 4000 porque corres siempre con cinco colosos alpinos mirándote desde arriba. Pero más allá de su belleza brutal, es una de las carreras de montaña más prestigiosas y antiguas del mundo, desde 1974.

Para muchos, es el “Campeonato Mundial no oficial” del mountain running. Ahí se juntan los mejores del planeta: keniatas, etíopes, europeos, americanos y latinoamericanos, todos midiendo fuerzas en un terreno que mezcla senderos, subidas técnicas, bajadas rapidísimas y tramos para volar.

Es parte del Golden Trail Series, así que quien la gana escribe su nombre en la historia de la montaña. Los récords son legendarios y pelear por el podio aquí te pone automáticamente en el radar como uno de los mejores corredores de montaña del planeta.

En resumen: Sierre-Zinal es como el Wimbledon del trail. Quien la corre, no sólo enfrenta un desafío físico y mental brutal, sino que también se mete en la catedral del mountain running, donde los dioses de la montaña han dejado huella.

El Ultra-Trail du Mont-Blanc (UTMB) es el Olimpo del trail running. No hay nada más mítico. Cada año, más de 170 km y más de 10.000 metros de desnivel alrededor del macizo del Mont Blanc, pasando por Francia, Italia y Suiza. Es la vuelta completa al gigante de Europa, con el cielo y las piernas como única garantía.

Corredores de todo el planeta se reúnen en Chamonix para esta brutal odisea, enfrentando noches sin dormir, climas extremos, pasos de montaña a más de 2.500 metros y bajadas interminables. Aquí no basta con ser rápido: tienes que ser fuerte, terco y tener un corazón de acero.

Ganar el UTMB es como levantar la copa del mundo del trail. Los mejores de la historia han sudado y llorado en sus senderos: es la carrera donde nacen las leyendas y se forjan las almas.

En pocas palabras: el UTMB no es sólo una carrera… es un rito de paso, un sueño y un infierno hermoso que te cambia para siempre. 🌄🔥